Su historia es de grandezas heroicas, de bellezas, de esfuerzos y también de horrores y tragedias.
Arturo Alejandro Muñoz
Situada en un enclave geográfico sorprendente, en una bahía rodeada por una cadena montañosa, la ciudad de Valparaíso es el principal puerto marítimo de Chile y una de las ciudades más turísticas del país. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el año 2003.
Como principal puerto de entrada, Valparaíso ha sido desde siempre una ciudad multicultural, receptora de emigrantes procedentes de todo el mundo, lo que se tradujo en una singular arquitectura que combina el estilo colonial español, con el diseño victoriano inglés y varios otros estilos característicos del centro y el norte de Europa.
No obstante, la arquitectura de Valparaiso es única, ya que los estilos de construcción debieron adaptarse a la topografía de la zona y usar elementos sísmicamente estables, lo que originó el uso frecuente de la madera, el hierro forjado y el acero.
Como resultado, Valparaíso es un singular conjunto de casas colgantes, calles laberínticas, ascensores para los que el tiempo parece haberse detenido, escaleras eternas y rincones ocultos que invitan a ser descubiertos caminando despacio y con paciencia, porque en cualquier lugar se puede encontrar un poema o una frase que llama a la reflexión, o quizá un pequeño dibujo o un gran mural ante el cual detenerse, porque “Valpo” (como familiarmente se le llama), entre otras cosas, es el paraíso de los graffiteros, que aquí crean increíbles obras de arte.

La verdad es que Valparaíso tal vez sea la ciudad más querida por los chilenos, quienes le llaman “Puerto Principal”, aludiendo con ello a que está por sobre todos los puertos existentes en la larga costa de 4.000 kilómetros que tiene el país. Mirada desde el mar, la ciudad parece colgar y mecerse en los cerros que la conforman.
Los cerros…ah, los cerros porteños han ido marcando a ese puerto con improntas indelebles. El cerro Barón, el Monjas, Lechero, el Cordillera, el Cárcel, el Cerro Alegre, y así, junto a los otros treinta y siete que muestran orondos sus caras y laderas, configuran el alma porteña que encanta a los habitantes del país andino.
En el cerro Florida alza su estructura una de las casas del inmortal poeta Pablo Neruda, es “la Sebastiana”, convertida en museo y centro de atracción turística de primer nivel. La casa está llena de recovecos, recuerdos de sus viajes y extravagantes espacios. Se podría decir que la descripción que hace Neruda de Valparaíso, calza perfectamente para su hogar: “Valparaíso es secreto, sinuoso, recodero… Las escaleras parten de abajo y de arriba y se retuercen trepando. Se adelgazan como cabellos, dan un ligero reposo, se tornan verticales. Se marean. Se precipitan. Se alargan retroceden. No terminan jamás”.
El viajero que llega a ese puerto descubre que en el plano de la ciudad hay una clara influencia inglesa en las construcciones, en los nombres de muchos locales comerciales, e incluso en el club deportivo de fútbol más antiguo de Chile: Santiago Wanderers, fundado el año 1892. Siendo más precisos aún, la influencia inglesa ha ido clara y contundente en la estructuración y desarrollo de la Armada de Chile, a no dudar una de las más profesionales, exitosas y respetadas en el subcontinente americano.
La belleza de Valpo es indómita, feraz, desafiante, tal cual es su variada y exquisita gastronomía donde los frutos del mar son los platos principales. El puerto es Historia pura, es valentía a chorros, es folclor, es canción, es un cuadro colorido rescatado por pintores de la talla de Thomas Somerscales y Carlos Wood.
Charles Darwin lo visitó en julio de 1834, y desde allí –absorto y atrapado por el paisaje- decidió subir al Cerro La Campana, a 26 millas de Valparaíso, para observar el país. En su diario de viaje anotó: << Pasamos todo un día en la cima y nunca gocé otro más plenamente. Chile, limitado por los Andes y el Pacífico, se veía como en un mapa. El placer de ese escenario en sí mismo hermoso aumentaba por las muchas reflexiones que éste provoca (…). ¿Quién puede evitar maravillarse ante la fuerza que levantó estas montañas, e incluso más al pensar en las incontables edades requeridas para romperlas, removerlas y nivelarlas?>>
Sobre Valparaíso dice Wikipedia: <<Luego de la independencia del país (1818) y de su consiguiente apertura al comercio internacional, Valparaíso se convirtió en un centro de importancia para las rutas comerciales del mundo, estableciéndose en la ciudad gran cantidad de inmigrantes, en su mayoría europeos y estadounidenses, que ayudaron a darle un marcado aspecto cosmopolita. Así, Valparaíso y Chile se vieron incluidos en la Revolución Industrial de entonces, creándose en la ciudad distintas instituciones civiles, financieras, comerciales e industriales, muchas de las cuales aún perduran>>.
Todo lo anterior provocó un aumento poblacional que llegó a superar los 160 000 habitantes en Valparaíso a fines del siglo XIX: por ese motivo, fue necesario utilizar los empinados cerros para construir viviendas y luego mansiones, incluso cementerios. Poco después, y ante la falta de tierra disponible, se comenzó a generar terrenos en lo que antes fuera mar, para construir edificios administrativos, comerciales e infraestructura industrial.
Durante décadas, Valparaíso fue ‘la perla del Pacífico’, compitiendo mano a mano con el californiano puerto de San Francisco. Era la época en que aún no se había construido el Canal de Panamá (inaugurado en 1914), lo que obligaba a todas las naves provenientes de Europa y de África cruzar del Atlántico al Pacífico por el austro del mundo a través del peligroso Cabo de Hornos, el Paso Drake, y remontar la costa chilena hacia el norte, hasta atracar en la protegida bahía de Valpo, sí, Valpo, el amado Valparaíso.
Durante un siglo se le llamó también “Pancho”, diminutivo de Francisco. No hay acuerdo en los historiadores respecto al por qué de ese nombre. Las opiniones están divididas. Unos dicen que está referido a San Francisco, el ‘Pancho’ californiano, eterno competidor del puerto chileno…otros argumentan que el nombre ‘Pancho’ obedece a que los marinos, al arribar a Valparaíso desde las lejanías del Pacífico, lo primero que veían desde la borda de sus naves era la cúpula y cruz de la histórica iglesia de San Francisco, el ‘Pancho’ porteño. Usted elija la que más le convenza, pero Valpo es también ‘Pancho’.

Hoy día, adherida al puerto histórico se encuentra “la ciudad jardín” (una de las más bellas de Chile), Viña del Mar, reina del turismo y prima hermana de la belleza escénica del puerto principal, balneario preferido y amado no sólo por los chilenos, sino también por argentinos de allende la cordillera, especialmente aquellos vecinos de Mendoza y San Juan, que cada año arriban en números de miles para pasar vacaciones veraniegas en sus playas, jardines y restaurantes.
Notas sobre Valparaíso:
- El Mercurio de Valparaíso, publicado a partir del 12 de septiembre de 1827, es el periódico en circulación en forma ininterrumpida más antiguo de Chile -y del mundo- en lengua castellana.
1852
- Comienza a funcionar el primer servicio de agua potable de la ciudad.
- También este año comienza a funcionar el Telégrafoentre Valparaíso y Santiago, siendo el primero de América Latina
1888
El 30 de julio, la Imprenta Litografía Excelsior publica el libro Azul… del poeta nicaragüense Rubén Darío, considerado piedra fundacional del movimiento literario conocido como Modernismo. En esos años, Rubén Darío vivía y trabajaba en Chile.
1891
Poco después de finalizada la guerra civil chilena de 1891 y tras la muerte de dos marineros estadounidenses del USS Baltimore en una pelea vulgar a la salida de una cantina de Valparaíso, Estados Unidos, que había apoyado al depuesto José Manuel Balmaceda, amenazó a Chile con la guerra si el nuevo gobierno no obedecía un ultimátum y aceptaba las condiciones impuestas, contrarias a lo que los tribunales de justicia nacionales habían determinado.