Nueva York – Un nutrido grupo de alcaldes, representantes, senadores, legisladores municipales y empresarios provenientes de la isla de Puerto Rico marcharon a lo largo de la Quinta Avenida para celebrar el orgullo “boricua” como parte del Desfile Nacional Puertorriqueño que regresaba ayer luego de una pausa de dos años tras el azote de la pandemia del COVID 19.
“Estamos aquí celebrando la puertorriqueñidad, la cultura y el empuje de los millones de hermanos que viven en este Estado de Nueva York. La organización del Desfile Nacional Puertorriqueño logró reunir a miles de compatriotas que estaban deseosos de marchar en la Quinta Avenida, pero la pandemia había limitado todo tipo de actividad o marchas en la Ciudad de Nueva York, por lo que estamos junto a un grupo de senadores respaldando el evento cultural hispano más grande de la nación americana”, señaló José Luis Dalmau Santiago, presidente del Senado de Puerto Rico.
Habla el presidente de la Cámara de Representantes de Puerto Rico
“No cabe duda que nuevamente la comunidad puertorriqueña se hizo sentir en Nueva York al presentar un Desfile tan bien organizado, con mucha representación de entidades comunitarias, notándose el respaldo empresarial de corporaciones que emplean a nuestros hermanos. Sin embargo, lo que más llama la atención han sido las actividades de la Semana Puertorriqueña en esta ciudad que logró movilizar el entusiasmo cultural de la diáspora boricua en todas sus manifestaciones”, expresó en Rafael “Tatito” Hernández, presidente de la Cámara de Representantes de Puerto Rico.
Por su parte el alcalde de Guayanilla Raúl Rivera Rodríguez y el representante Er Yazzer Morales Díaz, (Distrito 9 – Bayamón y Toa Alta), ambos electos por el Partido Nuevo Progresista expresaron en forma conjunta que la actividad del Desfile logró unir a los oficiales electos de la isla en un solo bloque de hermandad donde participaron los alcaldes de Peñuelas, Jayuya, Arecibo, Villalba, Cidra, Lares, Quebradillas, Guánica, Luquillo, Aguadilla, Cayey juntos a legisladores del Senado y la Cámara de Representantes, con los estudiantes graduados de la Escuela CROEM de Mayagüez, un nutrido grupo de abogados de Puerto Rico y el Patronato Cidreño, todos levantando la bandera mono estrellada de Puerto Rico en un espectáculo que se transmitió al mundo entero.
